Pollo en Salsa de Ajo


POLLO EN SALSA DE AJO

Seguramente, de entre todos los platos de comida china que comemos en casa, el que nunca falta, además del arroz 3 delicias, es el pollo en salsa de ajo. No sé qué tiene esa salsa, pero es muy adictiva y además pega con todo, ya sea carne, pescado, verduras, marisco, etc.

Así que había que hacerla sí o sí. 

Es una salsa muy sencilla de preparar. El único inconveniente para los celiacos, es encontrar todos los ingredientes sin gluten (cosa muy fácil en mi casa, que suelo tener de todo lo necesario casi siempre).

Ingredientes:

Para el marinado:
  • 2 o 3 pechugas de pollo
  • 75 ml. de salsa de soja
  • 150 ml. de leche

       
Para el rebozado:
  • 2 huevos 
  • 80 gr. de almidón de maíz (Maicena)
  • 1 cucharadita de impulsor químico (Royal)

Para la salsa de ajo
  • 2 cabezas de ajo 
  • 4 cucharadas de salsa de soja (60 ml.)
  • 6 cucharadas de salsa de ostras (90ml)
  • 10-12 cucharadas de miel (150-180 ml.)
  • 4 cucharadas de vinagre de arroz (60 ml.)
  • 1 cucharada de polvo de cinco especias (Si no encontramos esta mezcla de especias, sustituimos por 1 cucharada de jengibre rallado)
  • 1/2 de cucharadita de pimienta negra
  • 1 vaso de agua
  • 2 cucharadas de aceite para freir el ajo (si es de sésamo mejor, le da un toque especial).

Elaboración:

Cortamos cada pechuga en filetes de 1 dedo de grueso y marinamos con la leche y la soja durante un par de horas mínimo.



Para hacer la salsa, trituramos los ajos con un triturador para ajos, para que quede como una pasta y doramos con un par de cucharadas de aceite.

Cuando empieza a dorar, añadimos el resto de ingredientes y dejamos reducir a fuego lento hasta que nos quede una textura un poco espesa, como la miel.


Después de que el pollo haya macerado, lo escurrimos.

Batimos los huevos con el almidón de maíz y el impulsor químico, hasta que quede una mezcla uniforme sin grumos.

Pasamos el pollo por esta mezcla y freímos en abundante aceite. (mejor usar aceite de semillas, para que no cambie el sabor).








Solo queda disfrutarlo.
La salsa se conserva muy bien en nevera y se puede usar para aliñar ensaladas, verduras, pescados, carne, mariscos o lo que quieras. Si ves que te queda muy fuerte, le añades una pizca de agua y la aligeras a tu gusto.

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